Hola a tod@s
¿Cómo estais?
Os hago un breve contexto.
En el último taller y como en todos los anteriores, hice mis deberes de coaching ese sábado antes de nuestra cena de despedida.
Bueno, como nos encontrábamos en In the bones, hice un coaching audaz, muy audaz y verbalizando temas de enjundia, al mismo tiempo que dolorosos para mi coachee (que es una compañera de trabajo), que habían estado rondándonos durante nuestras sesiones anteriores.
Digamos que llamé enérgicamente, en todas las puertas de las habitaciones emocionales que mi coachee eludía y evitaba encuentro tras encuentro, poniendo nombre y desenmascarando tabúes. Os reconozco que cuando acabamos de hablar por teléfono tenía una sudada como si hubiese ido a hacer deporte. Me emplee a fondo, la verdad.
Cuando el lunes volví al trabajo, ella estaba esquiva y dolorida conmigo.
Finalmente, a lo largo de la mañana hablamos y me comentó que se había quedado muy removida después de nuestra conversación y que había pasado un mal fin de semana, con muchas cosas que pasar a limpio que todavía no las encontraba acomodo. La invité a fechar otra sesión y me dijo que de acuerdo, pero que pasase el tiempo para que toda la revolución causada, tomase forma.
Hoy fue el día que elegimos para nuestra hora de coaching. A medida que se acercaba la hora "D", veía como remoloneaba y os aseguro que no es su estilo en absoluto pues es una persona muy cumplidora de aquello a lo que se compromete...después de pasar media hora, sobre la hora prevista,no había "actividad" por su parte y yo decidí no presionar...una hora más tarde, le comenté si quería tener o no la sesión y me dijo que casi prefería que no; por mi parte, le comenté que cuando quisiera podíamos retomar, pero clarificando que esto del coaching era, entre otras cosas, para salir de nuestra "zona de confort" aunque esa zona no nos sea para nada confortable pero sí conocida por ser la que tenemos.
Hete aquí ,que me encuentro escribiendo ésto porque alguna reflexión me viene a la cabeza, después de "ser despedida" como coach por primera vez.
La primera es de un poquito de culpabilidad, pues quizás no supe manejar lo aprendido en "in the bones", por principiante, y quizás fui más allá de lo que mi cliente podía soportar (aunque en el coaching pedí muchas veces permiso para avanzar y al final, le propuse que puntuase en una escala del 1 al 10, cuán lejos había ido yo y cuanto más podía aguantar. Dió un 7...había margen de 3 puntos más de pressing)
La segunda que me sale es que esto del coaching parece que tenga un poder de amplificarse y reberberar después de que pase el tiempo. La memoria emocional que genera el coaching es muy potente y una sesión impactante "da de comer" y se regurgita a posteriori; se proyecta en el futuro.
La tercera es que entiendo eso de que un coach no está para ser majo, comprensivo, simpático y con ganas de caer bien, sino que el coach está AL SERVICIO del cliente y para que éste consiga la máxima rentabilidad de su inversión en tiempo y dinero, hay que ser transgresor y materializar sus fantasmas, sus temores,sus saboteadores...todo aquello que tapa, ensombrece y oculta la luz de nuestro cliente.
Os invito a que aporteis vuestras propias ideas al respecto, al hilo de lo comentado o aquello que vuestra intuición e inspiración, os dicte.
Muchas gracias pro escucharme, tripulación del Endurance
Un abrazo para tod@s
Carol
(Madonna)
4 comentarios:
Buenos dias Carol
Tema valiente i transcendente.
Tocar la aplicación de lo aprendido en estos maravillosos dias me temo que va a resultar duro (que hay de diferente en mi hacer a partir de ahora?).
Planteas un tema harto difícil: el equilibrio entre la "ingerència" del coach i la "permisividad real" del cliente. Si aporto y cuento tambén mis "fallos" tendria que pensar en la experiencia como ilustradora del camino.
En el caso que planteas y al ser compañeras de trabajo me preocupa el "coste" de relación. Pero no dudo que sabras realitzar las conversaciones necesaria para reencontrar el equilibrio
Un abrazo
Carol, estoy bastante de acuerdo contigo, y tambíen te mando una consideración al preguntarte cuantas reflexiones crees que habrá hecho tu cliente desde el día del coachig, y cuantas crees que prodría haver hecho con un coaching totalmente "pelota". La respuesta está clara. Porqué tenemos miedo a las cosas, sentimientos, pensamitos, cambios NUEVOS ? porqué eludimos cualquier emoción o pensamiento que no nos gusta? porqué preferimos colgar unas cortinas "rosas" delante de nuestra cara? ......... creo que nosotros mismos ya hemos reflexionado sobre ello, y debemos procurar que nuestros clientes reflexionen también, ya que creo que a todos nos ha venido MUY BIEN conocernos mejor. Por tanto Carol te felicito por haver sido despedida, ya que era un reto de In the bones (te acuerdas) y sinceramente creo que todo lo que mostraste al cliente le va a servir mucho más de lo que cree, tardará más o menos, pero seguro que al final te lo agradecerá..... y si no el/ella se lo pierde !!!!!!! ANIMO ERES LA MEJOR !!!
Buenas noches mi querida Carol, he leído nada más llegar a Madrid tu texto, y no puedo cerrar este día sin contestarte. Estoy segura que tu coaching fue honesto, directo y siempre estuvo hospiciado bajo el paraguas de todos los permisos solicitados. Hoy tarde un cliente mío me ha dado un feed-back para el que no estaba preparada, a lo mejor me despedirà si sigo por este camino. Me ha dicho, esto duele maja, yo no pensaba que era así !!! No soy consciente de haber ido más de los límites posibles, ni mucho menos he llegado a nuestro IN THE BONES. Pero en nuestros clientes se mueven cosas, y eso significa que el coaching tiene un impacto. ¿no es eso lo que se busca en primer lugar? Sacar al cliente de su zona de confort. Carol, por mucho que duela, que fastidie, ser coach no es sólo una profesión de moda y bien considerada, a veces ahondar en el pozo de las tinieblas de los clientes, a los coachs también nos resulta molesto.
Tu Carol en todo este proceso has aplicado una regla que aprendí este fin de semana pasado, durante un retiro, estar presente en esencia. ENHORABUENA preciosa. Mar
Muy interesante Carol, yo aun no he llegado a esta experiencia pero cada dia soy mas consciente de que es una experiencia realmente necesaria en algunos casos para que el coaching no se queda encallado.
Muy interesante que la hayas compartido con todos nosotros,
Un besazo,
Montse
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